lunes, 5 de junio de 2006

Polutas elegías

No haremos obra perdurable. No
tenemos de la mosca la voluntad tenaz.

Mientras haya vigor
pasaremos revista
a cuanta niña vista
y calce regular...

Así comienza a hilvanarse el poema "Temas" de Renato Leduc, un escritor mexicano del siglo pasado que, más que poeta, se le reconoce como periodista; sin embargo su obra en verso es, a mi parecer, brillante. Lamentablemebte, quizás uno conozca más a Alberto Cortez que a Leduc por aquellas líneas que dicen:

Sabia virtud de conocer el tiempo;
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo...
que de amor y dolor alivia el tiempo.

Perteneciendo éstas al autor en cuestión quien, por cierto, fuera muy amigo del grupo de los surrealistas y hasta marido de Leonora Carrington, matrimonio que se celebró con el afán de ayudarla a huir de la persecución nazi. Además, fue cuatacho del Paz, de la tan renombrada en estos días Poniatowska próxima-primera-dama-de-mecsicou y hasta de Agustín Lara y María Felix a quien, se rumora, quería llevar al altar.

Lo que me atrapó del estilo de Leduc fue su humor y su manera de manejar el lenguaje. Las figuras que ocupa en sus poemas están muy bien cuidadas, además de que entre sus versos se camuflajea una crítica a las costumbres, al sistema y a la condición humana en general. En fin, sólo quisiera postear un poema más del buen Renato y dejarles abierta la invitación para que lean más creaciones suyas. Adjunto link al final.

MORALEJA DE TODO ESTO O SÉASE LA MANERA COMO, A JUICIO DEL AUTOR, HA DE ESTARSE EL HOMBRE DE BUEN VIVIR Y SAVOIR FAIRE...

Como el señor,
como el señor del Buen Despacho que era
un amigable y buen componedor
en los tumultos de la primavera.

Como el cine que afoca
a los novios penumbra placentera
mientras chicle permutan boca a boca
y les tiemblan las piernas, en tijera.

Como la dulce, la plateada luna
que perdió sus virtudes de planeta
una por una
en abyectos oficios de alcahueta.

Como la madre de la bailarina
que da a prócer rufián pública y quieta
posesión; y da la esquina
al insolvente amor de hija coqueta.

Como aquellos que salga lo que salga
quieren a todas luces explicar
la condición sedeña de una nalga,
de Dios la esencia y el color del mar...

Vender la vida en más de lo que valga
¿polvo de oro...? ¿colmillos de elefantes...?
y la raída indumentaria hidalga
vender cuanto antes...

Como el señor honrado, aunque cabrón
que por haber merced o cualquier cosa,
dona al patrón
el usufructo de la casta esposa.

Como el señor de convicciones que
al triunfador en ortodoxo posa,
y va -olvidadizo de lo que antes fue-
de flor en flor, como la mariposa.

Como el joven altivo pero bajo
cuya bifronte idiosincrasia estriba
en darle por detrás a los de abajo
y ofrecer el trasero a los de arriba.

O como el jubiloso campanero
que con igual fervor mueve el badajo
en la boda, el bautizo y el postrero
instante en que nos vamos al carajo.

Un ojo al gato y otro al garabato
armado el brinco y las pisadas lentas
cuando nos llegue el doloroso rato
de hacer las cuentas...

Pues el que canta sin firmar contrato
ay de él...
y, ay del que tiene que vender barato
la tibia leche y la dorada miel...

De "Breve glosa al Libro de buen amor" 1939

Como dije, el link es: http://amediavoz.com/leduc.htm

Hasta pronto

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