viernes, 23 de febrero de 2007

Alucinaciones

Desde hace tiempo he tenido ganas de escribir sobre este tema y por fin me he animado. Se trata de un fenómeno que ocurre cuando se está en duermevela, entre el sueño y la vigilia, y que a muchas personas —más de las que yo imaginaba— les ha sucedido. Popularmente, en México se dice que cuando te ocurre es porque "se te sube el muerto", aunque clínicamente se le conoce como "alucinación hipnogógica".

Consiste en que cuando estás cayendo en el sueño o ya estás dormido, de pronto te despiertas pero no puedes moverte. Por más que intentes, tus extremidades no responden a tu voluntad de mover aunque sea un dedo, es imposible. Incluso se dificulta la respiración y se entra en un estado de angustia terrible, porque te sabes en tu cama —quizás en la ajena— o donde estés durmiendo, incluso abres los ojos, ves la pared o lo que tengas cerca, pero los brazos, las piernas permanecen inmóviles por varios minutos hasta que finalmente logras moverte y deshacerte de esa pesadez que te tenía hechizado.
Debo confesar que yo padezco de esta alucinación con frecuencia. Aún recuerdo la primera vez que me pasó fue cuando estudiaba el segundo año de secundaria, creo. Fue algo realmente impactante. Estudiaba una noche para mi examen de Historia Universal y trataba de memorizar muchas cosas, así que leí y leí por mucho tiempo. Cabe señalar que en aquel entonces admiraba a Marilyn Manson y acababa de escuchar su disco Smells Like Children, mientras estudiaba. Después de un rato cerré el libro y me dispuse a descansar. Dormía en una cama individual pegada a una pared y, como todas las noches, me acosté de lado dando la frente a la pared. Recuerdo que ya estaba cayendo en el sueño cuando de pronto entre abrí los ojos y vi la pared de mi cuarto y un haz de luz de la sala que se colaba por la puerta no bien cerrada de mi recámara. Todo parecía normal: sólo me había despertado; sin embargo, cuando quise mover una pierna y no pude hacerlo fue cuando comencé a sentirme extrañado. Volví a intentarlo y nada. Justo ahí fue cuando el pánico comenzó a crecer y al mismo tiempo que la respiración se hacía más difícil, comencé a oír a lo lejos, como en eco, "Sweet dreams", el cover que había hecho M.M. El horror que experimentaba aumentó porque por más fuerza que hiciera en mis brazos o piernas, no se movían, y sentía algo encima de mí que me impedía respirar bien. Quería gritar, quería levantarme, quería patear o cambiar de postura, pero era imposible. Fui relajándome poco a poco, aunque no entendía por qué me pasaba eso, hasta que por fin pude mover un pie, luego una mano y finalmente ya todo el cuerpo. Lo primero que hice fue levantarme, respirar hondamente y prender la luz. Al siguiente día le conté a mi mamá y a mis tías, mientras comíamos en casa de Mamalucha (mi abuela), y alguien me dijo que se me había subido el muerto. Yo quedé intrigado ya que sonaba como si un espíritu hubiese tratado de apoderarse de mí. También recuerdo que no tardó mi mamá en culpar mis gustos musicales y mi alejamiento a la religión. Dijo que me había pasado eso porque no rezaba antes de dormir y otras ocurrencias de ese tipo. La experiencia poco común relacionada con el “Anticristo Superestrella” lejos de amedrentarme me atraía, ahora sé que únicamente eran ideas que se tienen en la adolescencia y que lo hacen sentir a uno más rebelde.

Llegó la segunda “subida de muerto”, a los pocos días otra y así sucesivamente. Después de la tercera vez comencé a tomarle gusto, cuando me despertaba y no podía moverme, por dentro me carcajeaba por vivir tan rara sensación. Les conté a mis amigos y pocos lo habían experimentado. Desde entonces hasta este día me ha ocurrido un sinfín de ocasiones. La última fue hace 3 días y estuvo bastante rara, tanto que no quisiera contarla pues da como para escribir un post completo de ella.

En fin, cuando me propuse buscar más información sobre el tema —en la red, por supuesto—, me encontré con que a muchísimas personas les ha sucedido. Para muestra, la sección de Respuestas en Yahoo, donde los usuarios comparten sus vivencias. También encontré en una página llamada Tres Changos un artículo sobre esto. Y para no errarle, acudí a la tan citada Wikipedia, donde me enteré que con seriedad le llaman a esto “Alucinación hipnogógica”. Cito una parte:

Cuando soñamos, entramos en un estado conocido como hipnogógico, transicional entre la vigilia y el sueño. En ese instante, el cuerpo se paraliza y sólo funcionan los músculos de los ojos, corazón, el cerebro y la respiración. En ese estado es común creer que se está despierto, hasta tal punto que se tiene
seguridad de tener los ojos abiertos y de ver cosas alrededor, escuchar sonidos, palabras, música, etcétera.

Si alguno de los lectores tiene alguna experiencia paralela, compártanla.