lunes, 5 de junio de 2006

Grüne Welt


La siguiente es una nota que apareció en el blog de Jacopo Fo, hijo del dramaturgo italiano y Premio Nobel, Dario Fo. Me pareció interesante, así que, anticipando una disculpa, hice la traducción un poco apurado.

El valor de un árbol

Cuando la administración municipal de Washington taló, por equivocación, un roble de veinte metros delante de su casa, Antoniette Campbell no podía imaginar lo que sucedería.
Desde que el árbol desapareció, ella tuvo que iniciar a encender el aire acondicionado un par de horas en la mañana.
De hecho, se calcula que un solo árbol, en la posición justa, puede hacer ahorrar a una familia hasta 80 dólares de energía eléctrica al año.
El valor de una casa rodeada por árboles es de 7 a 25% más alto que una casa sin árboles.
Un estudio, por otro lado, ha revelado que los consumidores gastan hasta 13% más en los negocios que están cercanos a áreas verdes.
Los pacientes que desde su habitación en el hospital ven árboles, se recuperan 8% de días más rápido.
Desde un punto de vista puramente económico se puede decir que para absorber la contaminación que capta un árbol en un año, los ciudadanos deberían gastar 5,44 dólares.
Los árboles en la ciudad hacen sombra, enfrían el aire, absorben anhídrido carbónico reduciendo la contaminación y ayudan el flujo del agua pluvial, evitando así que las alcantarillas se estanquen. No obstante esto, se están volviendo una especie en vía de extinción: en Washington, de 1973 a 1997 desaparecieron 64% de las áreas boscosas. Datos de la guardia nacional indican que en los próximos 50 años una superficie similar a Montana pasará de ser boscosa a ser urbana.
La buena noticia es que alguien, finalmente, está invirtiendo la tendencia y llevando a cabo proyectos de forestación más o menos ambiciosos. Los Ángeles, por ejemplo, quiere plantar un millón de árboles, Sacramento quiere duplicar su patrimonio forestal en 40 años, Baltimore en 30.
Un último dato interesante es relativo a la inversión: se pensaría que plantar árboles es una inversión perdida, sin embargo un estudio en 2005 sobre los árboles de Boulder, en Colorado, ha calculado un reingreso de 3,67 dólares por cada dólar gastado.
Hemos hablado sólo de temas de ecología, pero transportándonos a Malasia donde un ambientalista, Gurmit Singh, ha reestructurado (gracias a un financiamiento del gobierno danés) y abierto al público su casa, utilizando técnicas de construcción sostenible.
Paneles fotovoltaicos para la energía eléctrica, recuperación del agua pluvial, atención especial al aislamiento térmico, a la explotación de la luz natural y al reciclaje del aire le han hecho disminuir el recibo de la luz hasta en 30%. Para completar todo, hay incluso un jardín biológico. Singh, quien desde marzo de 2005 ha recibido más de 300 visitantes, espera que su proyecto sirva de ejemplo para los demás. La reestructuración ha costado 25mil euros.

(Fuente: Internacional)

Cacao Quotidiano at 16 Maggio 2006

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