miércoles, 5 de septiembre de 2007

Sobre el hacerse pendejo en la calle y otras vicisitudes

A todos nos ha pasado. Equis día vas caminando por la calle, o bien, en algún transporte público y de repente se aparece alguien conocido a quien no veías desde hace tiempo; en ese momento tú tienes dos opciones: 1) lo/la saludas y comienzan una conversación insulsa que se resume en el "qué has hecho", "a quién has visto" y si acaso "cómo está la familia", o bien, 2) aplicar la que apliqué hoy, y muchas veces la más cómoda: te haces pendejo.

¿Por qué uno llega a tomar la segunda opción? ¿Es acaso por pedantería? Podría pensarse, mas no creo que sea así, sino que simplemente uno trata de ahorrarse conversaciones incómodas o que no lleven a nada. Sin embargo, cuando logro eludir al sosudicho/a, me asalta la maldita y a la vez ociosa duda de "¿y qué tal si me enteraba de algo importante?".

Envidio a veces a las personas distraídas, porque se pueden excusar cuando algo así sucede:

- ¡Cabrón!, la otra vez te vi ahí en la plaza y te hiciste pendejo. !Qué mamón eres, eh!
- ¿Cuándo, tú? No mames, no te vi güey. Ya ves que siempre ando en la pendeja...

Pero parece que yo tengo radar. Siempre que ando en la calle, por más que ande en la pendeja, me percato de lo que sucede y de la gente que pasa. En parte es bueno porque luego veo historias que mueven a reflexión
(qué bello gesto de la niña ofreciéndole su dulce a la señora que pide limosna)
o a risa,
(¿viste?, el pinche ruco después de abrirle la puerta a su mujer, le dio una nalgada jajaja)
pero cuando no ando de humor (y léase con negritas, pues no siempre soy huraño) y veo a algún/a conocido/a de antaño, me incomoda demasiado el tratar que crean que no los he visto y seguir mi camino.

¿Qué se tiene que hacer? Cada quien tendrá su propia técnica, pero lo más común es dirigir la mirada a otro lado, como contemplando eso que ves, cuyo campo de visión no alcanza a la persona que tratas de evitar. Pero hay ocasiones en que es inevitable el desdén y entonces se tiene que actuar muy bien para parecer asombrado y esbozar un "¡qué onda tú, no te había visto!", a lo que seguramente se replicará con un "hola, yo tampoco te había visto y me subí desde hace rato" (en caso de que el encuentro se efectúe en un transporte colectivo). Aquí surge otra reflexión: para que una situación como ésta suceda se necesitan dos personas, por tal motivo cuando alguien se sienta mal por haberse hecho pendejo, piense que quizá ese conocido de antaño se vio en la misma incomodidad y al pasar de largo se sintió aliviado como uno. Así que no hay que acongojarse.

En fin, en el dudoso caso que me leyera la persona a la que hoy "no vi", que sepa que no fue nada personal, hasta eso, me parece alguien agradable con quien podría tener una conversación interesante, sin embargo no me encontraba de humor y la canción que sonaba en el iPod se negaba a ser interrumpida de tajo sólo para enterarme de qué ha sucedido con los colegas de la facultad y cosas así. A lo mejor me enteraba de algún trabajo, maestría o beca que podría enriquecer mi vida y convertirme en un hombre de bien... Uhmm, la culpa la tiene el iPod.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, ya me ha pasado eso, afortunadamento uso lentes y la gente cree que los que los usan siempre son inteligentes, y, por lo mismo, anda uno pensando en la fenomenología o cosas así. a mí lo que me hace voltear es el ser polite (fíjate, a lo mejor polo tiene su raíz en ser educado y por eso tú tambor volteas), en considerar a los demás aunque hayan sido unos hijo de la verga conmigo, afortunadamente ya estoy aprendiendo a mandarlos a la ídem.
tampoco me dan ganas de voltear cuando me hablan en la chamba y mucho menos si suena algo de los arctic monkeys.

cuando regreses del posgrado, si te encuentro en la calle y no me hablas sí te grito "chinga tu culo!" a media calle, me vale.

Anónimo dijo...

Tienes mucha razon, yo odio ver a mis ex compañeros: de la universidad?? a algunos; de la secu??? pues si; de la PRIMARIA que horror, es lo peor !!!!, y la verdad yo me he convertido en una experta, jajajajaj lo reconozco pero es que la verdad a veces a uno no se le antoja entablar conversaciones simples y estupidinas sobre el pasado sobre todo, asi que pienso que es mejor ser honestos y hablar solo cuando nos nazca del corazon. (Por cierto, msj para Luisito: Sigue asi, ya escribe un libro guey !!!!!)

Armandís de Mina dijo...

Ah! como la vez que fuista a votar (un 2 de septiembre) y Cheto también y te escondiste en la casilla para que no te viera, y él cuando oyó tu nombre salió corriendo para no saludarte.

Anónimo dijo...

Toooodo lo que dices es cierto. Temo decir que caigo en el rubro de "personas distraídas" y la verdad, no me quejo, es de lo más cómodo :P me he evitado muchas pláticas estípidas y obligadas.
Aunque también hay otra opción además de las que bien mencionas (que es la que casi siempre utilizo) -Hola (y adiós) aunque Y ADIÓS suelo decirlo (si la persona no me desagrada tanto) en mi mente, aunque hay ocasiones que ameritan decirlo en voz alta y otras gritarlo y salir corriendo.
Y no os preocupéis, que el que te encuentres a alguien en la calle con una oportunidad que te convierta en hombre de bien... sería un milagro.

Don Pisador dijo...

chale! a mi me caga que me saluden en la calle! digo de cerca pues como sea, pero que te anden gritando desde casa de la chingada...