domingo, 31 de agosto de 2008

Una semana

Saturday night. Sí, ya estabas harto de la rutina de cada fin de semana: "¿Qué pedo, qué se va a hacer al rato?" A veces salías a pagar a algún antro y ver la misma gente de siempre (no los amigos, sino los otros que repiten con más frecuencia la rutina que tú hacías), u otras veces se armaba en la casa de alguien, quizá esto era más agradable. Con sus matices, pero al final era redundante.

Ahora son casi las 2 de la mañana y acabas de abrir la tercera cerveza. Natural Ice, 5 dls. el paquete de 12 latas (ayer encontraron Carlos y tú un paquete de 30 en 12 dls.). Lager, 5.9% de alcohol -casi lo de una Casta, pero sin ese delicioso sabor-; no está nada mal. Ratificas el poder de la música, te transporta, te tranquiliza y despierta tantos recuerdos. Ríes porque si tus amigos supieran qué estás escuchando en este momento, quedarías mal. Pero ahora lo disfrutas, no sabes por qué, simplemente te hace compañía. Incluso te mueves al ritmo de la música sentado en la silla. ¿Pero por qué estás escribiendo esto en tu primer fin de semana viviendo en el extranjero? Bueno, no lo sabes. Carlos -Colombia-, Mammen -España- y Annette -Alemania- duermen, no hubo energía ni ganas de salir. Anyway...

Los imprevistos han continuado. Pero ¿para qué relatarlos? Resultaría aburrido (malentendidos con tu cuenta de cheques; insatisfacciones al comprar una cámara fotográfica digital, que afortunadamente pudiste cambiar; intentos fallidos al comprar una laptop que te llevaron, con ese espíritu consumista que empiezas a absorber, a comprar un celular y una tarjeta que quizá no necesitabas con tanta urgencia, etcétera).

(Carlitos, las pedas nos van a salir baratas: voy por la 4a. cervecita y ya me siento pedón. Bueh, tú lo sabes, ese free styling que te echaste antier con tu guitarra me da la razón).

Y bueno, ayer saliste, experimentaste cómo es la vida nocturna en La Crosse. ABURRIDA. Vaya, nada sobresaliente. Primero un bar con suficiente espacio donde tomaste cerveza y viste cómo las mujeres bailaban entre ellas haciendo coreografías ridículas y emocionándose por los éxitos del momento, mientras los hombres hacían pasos ridículos de vez en cuando, o jugaban a los dardos y pool. Enough. Te fuiste a la segunda opción, que esperabas fuera mejor. Nada, quizá lo rescatable fue ver más gente y mejores féminas, que con el paso del tiempo, fueron estando más alegres, pero no te resultó nada interesante. Viste, o intentaste encontrar, algo divertido, pero pronto todo se desvanecía. Quizá necesitabas más alcohol o más familiaridad.

Sí, estoy algo borracho. ¿Es patético tomar solo? No. ¿Y qué se puede hacer si se está enmedio de un pueblo desierto a orillas del Mississippi, sin amigos ni gente que lo conozca a uno bien? Yo no me arrepiento de no haber salido hoy, ¿para qué gastar? Además, queda lejos y ya con lo que caminamos hoy al regresar del mall fue suficiente. Habrá tiempo y habrá conocidos que lo traigan a uno en coche. Por ahora... por ahora decidimos quedarnos. Ellos descansan, yo divago y hago muecas cuando trago el líquido amargo. No, no tengo sueño. Tampoco tengo algún pendiente mañana como para preocuparme de que me estoy desvelando. Ya van a dar las tres y me vale una chingada.

Tiene sus cosas buenas el vivir "solo". Tú eres tu propio lazo. Pero también te das cuenta de que mañana tienes que planchar esa ropa que "lavaste" ayer (la lavó esa máquina que está allá abajo), y que si sigues con esta dieta de comer cosas improvisadas y hechas fácilmente gracias al microondas o al pobre ingenio de un puberto que calienta unas quesadillas en el comal, pronto irás ganando peso y perdiendo salud -y dignidad-. Espera, que la tercera meada te llama. Regresas con un sandwich -la mostaza te trae recuerdos-. y sigues escribiendo mientras piensas que ahorita quizá estarías parado en un carrito de tacos o de jochos. La salsa tabasco que compraste en Wal Mart es lo único que le da sabor a tus comidas. Sabes que normalmente no le echarías tanto picante a tu comida, pero en estos casos esta salsita le quita un poco la insipidez a lo que consumes.

Mhh, masticas, bebes y ríes. Te das cuenta que no eres bueno para cerrar círculos.
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Casi a las 4 de la mañana Mammen salió al baño y te encontró dormido frente a la computadora. Te movió para que te fueras a tu cama. Tiraste la lata de la última cerveza, fuiste de nuevo al baño y regresaste a cerrar la computadora escribiendo, por último, este párrafo.

2 comentarios:

Paco Payán dijo...

Apenas va la primera semana carnal,y bueno un fin encerrado no le hace mal a nadie!! el pedo es que estás en casa de su chi(/&%$#.

Por acá no te pierdes de nada nuevo,este fin nos fuimos toda la banda al ocage y nada trascedental,ya sabes la misma blasfemia de siempre jeje

Un abrazo y rola una fotos de nenas por si ves algo agarrable...

Lourdes dijo...

Ese Luigino, ya postee más seguido :) escribe usted muy bien y me hace reír mucho, plz, tenga la bondad, además me muero de la curiosidad por saber más de sus aventuras en los Yunaited.

Saludos desde Coatza
Atte. Lourdes


PD. Invitación al blog: www.uncuentotecuento.blogspot.com